De acuerdo con lo que veamos que se mueve en medio de nuestra congregación, debemos actuar y hablar según La Palabra de Dios y siguiendo el ejemplo de Jesús. No podemos tomar todas nuestras palabras por igual.
jueves, 24 de enero de 2013
Nuestro Dios trabaja por medio de las palabras. Las palabras de La Escritura revelan que la existencia del mundo en el que vivimos fue originada por La Palabra de Dios. Con palabras majestuosas, el Salmo 33:6 predica: "Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas". Cuando Dios decidió intervenir en el mundo que Él había hecho, lo hizo revelando a Jesucristo nada menos que como el Verbo (o Palabra) de Dios. Con palabras que pasmaron la Historia, Juan 1:14 truena: "Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad".
La oveja es el animal mencionado con más frecuencia en toda La Escritura. Ezequiel 34 es, posiblemente, la sección más exhaustiva en toda La Escritura acerca de la oveja, los falsos pastores, los pastores verdaderos y Dios como el Pastor. Las ovejas son coherentemente retratadas allí, en una poderosa e imponente pintura. La oveja es propensa a vagar, porque es tonta; es proclive a seguir a falsos pastores y a ser seducida, porque no es perspicaz. Está expuesta a ser empujada de un lado a otro, a ser abandonada y a estar hambrienta, sedienta y cansada. La oveja es tan indefensa que es común que la hieran y la maten sin aun presentar lucha en su propia defensa. La Biblia es clara cuando dice que los cristianos somos ovejas
En toda La Escritura, Dios habla palabras duras y tiernas a su Pueblo. Él maldice y bendice. Sus palabras matan y sus palabras dan vida. Él habla de la ley desde el monte Sinaí y habla del Evangelio desde el Gólgota. Este equilibrio entre el discurso áspero y el compasivo se encuentra arraigado finalmente en el carácter mismo de Dios
"Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan. No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención. Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más
bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo" (Efesios 4:29-32).
bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo" (Efesios 4:29-32).
La ausencia del Poder de Dios en nuestras iglesias, ha convertido a congregaciones enteras en simplemente gente buena, moral y amable, que no representan ningún peligro para el reino de las tinieblas. Convirtiendo al Poderoso León de La Tribu de Judá, en una “mascota domesticada”…que no tiene Poder…pero sabe entretener.
Cuando Dios le dijo a Abraham…”sal de tu tierra y de tu parentela”, Abraham no sabía hacia dónde iba, pero ya sabía…dónde ya no estar. Dios hace cosas así. Muchas veces no sabes dónde estarás….pero ya sabes dónde no quedarte. Demasiada gente sabe ya, dónde no debe estar. Pero no sale de allí, por el temor que causa…no saber dónde se estará. Sin embargo, cuando Dios te dice…”no te quedes”…basta con que Él sepa…a dónde es que te lleva.
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