
miércoles, 29 de febrero de 2012
El Señor está con nosotros
El Señor está con nosotros
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza;
nuestra ayuda en momentos de angustia.
Por eso no tendremos miedo,
aunque se deshaga la tierra,
aunque se hundan los montes en el fondo del mar,
aunque ruja el mar y se agiten sus olas,
aunque tiemblen los montes a causa de su furia.
Un río alegra con sus brazos la ciudad de Dios,
la más santa de las ciudades del Altísimo.
Dios está en medio de ella, y la sostendrá;
Dios la ayudará al comenzar el día.
Las naciones rugen, los reinos tiemblan,
la tierra se deshace cuando él deja oír su voz.
¡El Señor todopoderoso está con nosotros!
¡El Dios de Jacob es nuestro refugio!
Vengan a ver las cosas sorprendentes
que el Señor ha hecho en la tierra:
ha puesto fin a las guerras
hasta el último rincón del mundo;
ha roto los arcos,
ha hecho pedazos las lanzas,
¡ha prendido fuego a los carros de guerra!
«¡Ríndanse! ¡Reconozcan que yo soy Dios!
¡Yo estoy por encima de las naciones!
¡Yo estoy por encima de toda la tierra!»
¡El Señor todopoderoso está con nosotros!
¡El Dios de Jacob es nuestro refugio!
PALABRA DE DIOS PARA LOS JOVENES DE NUESTRO MINISTERIO.
El Señor se dirigió a mí, y me dijo:
«Antes de darte la vida, ya te había yo escogido;
antes de que nacieras, ya te había yo apartado;
te había destinado a ser profeta de las naciones.»
Yo contesté:
«¡Ay, Señor! ¡Yo soy muy joven y no sé hablar!»
Pero el Señor me dijo:
«No digas que eres muy joven.
Tú irás a donde yo te mande,
y dirás lo que yo te ordene.
No tengas miedo de nadie,
pues yo estaré contigo para protegerte.
Yo, el Señor, doy mi palabra.»
Entonces el Señor extendió la mano, me tocó los labios y me dijo:
«Yo pongo mis palabras en tus labios.
Hoy te doy plena autoridad
sobre reinos y naciones,
para arrancar y derribar,
para destruir y demoler,
y también para construir y plantar.»
DIOS LOS BENDIGA.
ESTE BREVE COMENTARIO ES PARA RECOMENDARLES LAS PREDICAS DEL PASTOR CHUY OLIVARES, DE CASA ORACION.LES SERAN DE MUCHA BENDICION. GRACIAS PÒR SU VISITA.
Ustedes, como hijos amados de Dios, procuren imitarlo. Traten a todos con amor, de la misma manera que Cristo nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios.
Ustedes deben portarse como corresponde al pueblo santo: ni siquiera hablen de la inmoralidad sexual ni de ninguna otra clase de impureza o de avaricia. No digan indecencias ni tonterías ni vulgaridades, porque estas cosas no convienen; más bien alaben a Dios. Pues tengan por cierto que quien comete inmoralidades sexuales, o hace cosas impuras, o se deja llevar por la avaricia (que es una especie de idolatría), no puede tener parte en el reino de Cristo y de Dios.
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