jueves, 24 de enero de 2013

La ausencia del Poder de Dios en nuestras iglesias, ha convertido a congregaciones enteras en simplemente gente buena, moral y amable, que no representan ningún peligro para el reino de las tinieblas. Convirtiendo al Poderoso León de La Tribu de Judá, en una “mascota domesticada”…que no tiene Poder…pero sabe entretener.

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